Un caminante llegó a la orilla de un río muy ancho; estaba en el lado en el que estaba estaba lleno de animales salvajes, mientras que el otro lado estaba tranquilo. Como no había ningún puente para cruzar, decidió hacer su propia balsa. Para ello reunió troncos de árbol, ramas y hojas y así logró construirla. Una vez terminada se subió en ella y viajó hasta la otra orilla. Entonces pensó: “Esta balsa me ha sido de gran ayuda ya que gracias a ella he podido sortear los peligros y llegar a destino sano y salvo. Debería llevarla conmigo a todas partes.” Y se alejó con la balsa a cuestas.

¿Cuántas veces te has comportado de esa manera en la vida? El problema es cuando te aferras a la balsa porque alguna vez te ha sido útil, y piensas que ella te salvará. Menosprecias tus habilidades o competencias para buscar soluciones.  Depositas tu confianza fuera, en aquello que se pueden ver, tocar. Sufres la mayoría de las veces una especie de ceguera interna que te impide reconocer que lo que te ha permitido ir sorteando las dificultades, lo que te ha hecho volver a empezar una y otra vez después de cada fracaso,  no tiene nada que ver con la balsa. Ha sido tu ingenio, tus manos, tus ganas, el tiempo que has dedicado a leer, a preguntar, la buena idea de parar a tiempo, tu capacidad de pararte a pensar en la solución y no en el problema.

¿Sabes en qué consiste la Terapia Breve Centrada en Soluciones (TBCS)? Es una terapia orientada hacia el futuro, a la que no le interesa cómo surgieron los problemas ni incluso cómo se mantienen, sino que se ocupa de cómo se resolverán. A veces es necesario solo un cambio pequeño, porque un cambio en una parte del sistema del que formamos parte puede producir un gran resultado. Una vez que se hace un pequeño cambio positivo, la gente se siente algo más optimista y con más confianza  para poder abordar nuevos cambios. Por eso es muy importante indagar, preguntar, descubrir cómo ha conseguido la persona ese pequeño cambio y qué habilidades suyas se han puesto en juego. ¡Nunca es la balsa!

Shazer, creador de la TBCS, propone 3 principios:

“Si no está roto, ¡NO LO COMPONGA!

Una vez que sepa usted qué es lo que funciona, ¡HAGA MÁS DE LO MISMO!

Si eso no funciona, no vuelva a intentarlo. ¡HAGA ALGO DIFERENTE!“

¿Cómo puede ayudarte la TBCS? La idea central de la TBCS es que las personas tienen recursos, por mucho que cuando llegan a terapia parezcan desesperados o impotentes. Los terapeutas centrados en soluciones tratamos de seleccionar entre las estrategias que nos cuentan los clientes, aquellas que les proporcionan salidas.

Úrsula Villazón

Psicóloga General Sanitaria