Las decisiones importantes tienen un punto de inflexión. Un punto de inflexión, en una función matemática, es un punto donde los valores de una función continua X pasan de un tipo de concavidad a otra. La curva “atraviesa” la tangente. Cuando te decides a emprender, también experimentas ese punto de inflexión. Es el segundo en el que comienzas a mirar en otra dirección, el momento en el que tu pasado solo importa en la medida en que te ha permitido ser lo que eres hoy. A partir de ese momento comienzas a pensar de otra manera y a poner toda tu energía en otra parte. Tus preocupaciones pero también tus ilusiones giran en torno a ese futuro proyecto esperanzador. ¡Y te quejas! Te quejas todos los días porque quién me habrá mandado a mi emprender. Y te lamentas porque lo has arriesgado todo, hasta lo que no te pertenece. Pero ya no hay vuelta atrás, es como si a cada peldaño que subes desapareciese la escalera que hay por debajo de ti y solo pudieses seguir ascendiendo porque ya te has metido de lleno.
Te das cuenta que la formación, los años o la experiencia son necesarios, pero lo que realmente importa son las ganas. Ganas de ponerle SENtido, y ganas de ponerle corazón a lo que haces. Y aprendes la más difícil de las lecciones: aprender a navegar en la incertidumbre. No sabes cómo van a ir las cosas. Has redactado un Plan de Empresa que posiblemente tires a la basura en los próximos meses porque poco de lo que has previsto tiene acogida en la realidad. Te tiemblan las piernas, tiembla la escalera, y a aquellos que están desde abajo insistiendo en que subas les miras pensando: “qué fácil es dar ánimos desde ahí abajo” pero sigues subiendo porque sabes que esas personas confían en ti, te animan desde el corazón y no piensas defraudarles.
Y para todas esas personas va dirigido este post. A todos los que os habéis implicado de una u otra manera. A todos los profesionales que me han ayudado a convertir este sueño en realidad. A todos los que me habéis dado algún día la oportunidad de crecer y de confiar en mí. Al equipo que poco a poco va conformando SEN Global Salud por la ilusión que desprenden y por generar valor desde dentro. A mi familia y amigos porque sé que desde abajo sujetáis esta escalera.
Prometemos seguir creciendo con vosotros y hacer de este lugar, un espacio donde sentirse muy SEN.
GRACIAS
SEN Global Salud
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